Qué
horror.
¿Cómo
pudieron engañar a Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Diane
Lane, Jason Clark, Djimon Hounsou y Jeremy Strong para
hacer esta mamarrachada?
El
arranque parece prometedor. Una especie de nueva versión sobre Moby Dick o El viejo y el mar. La lucha del hombre contra un pez magnífico.
Una metáfora de la vida. Un planteamiento renovado con un giro a las ideas.
Y,
a la hora, todo se va al traste. Un cambio de género demencial hacia un final
progresivamente más y más estúpido que, encima, apuesta por lo sentimental. Ni
siquiera el juego que propone es el juego verdadero. El guión se va sacando
anzuelos de la manga en los que es imposible picar.
Estrambótica
para mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario