No
pude con Arde Madrid. Dos capítulos.
Me horrorizó. Clichés, todos los defectos que mencioné en La sombra de la ley, ningún interés
real en Ava Gardner (usada
como excusa para hacer una españolada) y anacronismos memos (win win no se utilizó hasta 1984). Que
empiece con un monólogo de violencia de género ya te dice lo poco que se han
esforzado los guionistas. Y la planificación tampoco es que se luzca.
No
me basta que digas que es una comedia para que todo valga. La gran ventaja de
las series sobre el cine es la posibilidad de construir a los personajes. Y
aquí todos son esquemáticos.
O
igual es que he leído y visto demasiadas cosas sobre Ava Gardner como
para tolerar una majadería semejante. Que la actriz principal (Debi Mazar,
con sus 54 años, interpreta al animal más
bello del mundo cuando tenía 40) sea de lo que menos se hable… En fin, a
quién se le ocurre…
Movistar
ha hecho caja pero demuestra que nos falta mucho para ser capaces de hacer
cosas decentes en cine y series de época. No es mi intención ir contracorriente
pero no acabo de entender tanta crítica positiva. Para mí está entre lo más bobo e intrascendente del año.
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