15/6/25

Sherlock and Daughter. Temporada 1

-Afortunadamente soy inmune a los halagos. Pero debemos estar agradecidos cuando la prensa dice la verdad.
No puedo decir que me gustara el primer capítulo. Desde luego no era repudiable como esa degeneración de Watson, pero me pareció un episodio mayormente inane que desperdiciaba a David Thewlis. Me resultó lento, con demasiadas vueltas y perezoso a la hora de plantear la historia.
Una joven americana llega al 221B de Baker Street diciendo que es la hija de Sherlock Holmes. Justo en ese momento el célebre detective está en el momento más angustioso de su carrera.
Si bien el desarrollo de la historia es torpe por parte de los responsables, no es un ataque a su esencia ni un despropósito como otras series (insisto: Watson). En el capítulo 3, cuando Sherlock va a la cárcel para entrevistarse con un detenido me dije: bien. Le costó llegar al núcleo pero ahí propuso algo interesante.
Me gustó lo del teléfono. La celeridad con que Sherlock lo usa para hacer el “mal” pese a las objeciones éticas.
Tiene un problema muy serio con los diálogos. Se extienden y se extienden y se extienden. Lo explican todo como si realmente nos importara. Un detallismo minucioso en la corroboración verbal de los planes. El clásico error de contar en vez de mostrar. El capítulo 7, particularmente, se me hizo pesadísimo.
Le falta dinamismo y se hace cansina en ocasiones pero trata de preservar el espíritu y tiene lo que tiene que tener, incluso a los Irregulares. Y añade a la hija del título (Amelia Rojas), la agencia Pinkerton, otro hijo de otro personaje famoso…
Creo que la gran asignatura pendiente de las adaptaciones de Sherlock Holmes es Irene Adler. ¿Por qué nadie aprovecha a ese personaje? Reconozco que es difícil elaborar algo con él.
Si eres fan de Sherlock Holmes tendrás que verla. Si no lo eres, posiblemente te resultará un tanto ardua.

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