A
Mardukas le apodaban El Duque. Pero todos sabemos que debieron
llamarle El Plasta. Dios mío. Qué tío tan pesado. No hay en el
cine otro tío tan cargante como Mardukas. Lo encarnaba Charles
Grodin.
Mardukas,
un contable de la mafia que iba a cantar, había incumplido el plazo
de fianza. El primero en atraparlo fue Robert
De Niro. Pero en el viaje de 5 días a Los Ángeles (no en
avión porque Mardukas tiene fobia a volar) les perseguirá la mafia,
el FBI y otro cazarrecompensas.
5
días en los que Mardukas no calla ni un segundo, 5 días en los que
De Niro (Jack Walsh) las pasa canutas, atraviesa por todo tipo
de situaciones y tiene que soportar a su detenido. Y, en el proceso,
inevitablemente, se van haciendo amigos. La peli de colegas más
peculiar que puedas imaginar.
Entre
mentiras, insultos (¡qué lenguaje sucio tan florido!),
persecuciones y situaciones divertidísimas seguíamos a esta extraña
e inolvidable pareja de descerebrados.
O
trío. Porque el agente del FBI Alonzo Mosely se convertía en algo
así como una especie de compañero en la distancia, siempre a punto
de atrapar a su objetivo, siempre fracasando. Yaphet Kottto
tuvo una larga vida en los 122 episodios de la serie Homicidio,
pero será inmortal por Huida a Medianoche.
La
película tiene un ritmo apabullante. Terminas agotado -para bien-
por la velocidad que imprime. Empieza con ganas pero llega un punto
en el que no ofrece respiro. Montaje, persecuciones y verborrea
incesante de Mardukas componen el trío de elementos que pueden
llevarte al infarto.
Y
las risas, claro.
Un
clásico.
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