Esta
vez la jugada no salió bien. Sound of Freedom
costó 15 millones y recaudó 184. Cabrini
costó 50 millones y se ha quedado en unos 30. La causa es evidente y
debieron verla. Sound
of Freedom
tocaba un tema que nunca se había tratado de modo tan directo e iba
revestido de thriller.
Cabrini
es ese género al que rara vez se le saca partido: el biopic. Una
inversión de 50 millones es una exageración para una biografía.
La
película no ha tenido fortuna y Angel
Studios
tendrá que replantearse algunas cosas. Ahora bien, desde un punto de
vista técnico, me parece la mejor película dirigida por Alejandro
Monteverde.
La puesta en escena es apabullante, una recreación de época
extraordinaria, desde el Vaticano hasta las barriadas miserables del
Nueva York de finales del XIX: La fotografía, la planificación, son
perfectas poniéndose al servicio del drama. Secuencias como la
posterior a la explosión de la fábrica son sobrecogedoras. Hay un
montón de tristísimos planos bellos y
la cámara sabe ser expresiva en sus movimientos.
Cabrini
era
una de esas mujeres que simplemente no aceptaba un no. Se convertirá
en la primera ciudadana americana en ser canonizada y su objetivo era
crear orfanatos y
hospitales para los millones
de italianos que
emigraban a América. Five Points es su punto de arranque.
Está
claro que el guion no hace justicia a la complejidad del personaje.
Como en casi todos las biografías parece un anecdotario de eventos
llamativos pero no logra profundizar mucho en la psicología del
personaje.
Los
140 minutos no aburren pero tampoco parecen indispensables.
Interesante por que ilumina algo un personaje poco conocido y porque
muestra un lado de la inmigración italiana que explica muchas cosas. Muy bien la actriz principal, Cristiana Dell'Anna.
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