Los
hermanos Danes son Generalistas. Resuelven problemas de todo tipo, así, en general.
Puede tratarse de un encargo para expulsar a unos fanáticos
literarios semi-okupas o resolver un asesinato.
Se
preparan para acudir a Idlewyld House, contratados por un cliente,
cuando se presenta en casa un hombre que dice ser el Asesino. No está
claro si ha matado o va a matar; o dónde o a quién.
Hay
labores de dirección que agarran un guion mediocre y logran
elevarlo. En este caso el director tenía entre manos un guion muy
bueno y lo ha destrozado. Se podía jugar con la metaficción de lo
literario o lo cinematográfico, se pudo jugar con el montaje, se
pudieron introducir picardías técnicas… Hay mucho material para
fabricar algo pirotécnico.
Las
canciones, por ejemplo. Pues en principio me parece una buena idea.
Pero son tan ramplonas en todos los sentidos…
El
director parece optar por un estilo televisivo a lo Miss Marple
o a lo Crimen en el paraíso. Y ojo, no digo que esas
series estén mal. Ellas son lo que tienen que ser. Pero esta
película grita por todas partes que un director mejor la eleve un
poco más.
La
sensación es rara: estás ahí, enganchado por la intriga y por ese
relación escritora/editor y, al mismo tiempo, te repele lo mecánico
de su apartado visual. La recomiendo por lo primero, no por lo
segundo. Tú verás.
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