2/5/24

The Ministry of Ungentlemanly Warfare

Guy Ritchie
no oculta que esta es su particular versión de Malditos bastardos. De allí recluta, por ejemplo, a Til Schweiger para convertirlo en el villano de la historia.
¿Cómo sabotear submarinos? Saboteando los barcos que les suministran material.
Me ha parecido curioso que las dos operaciones militares se desarrollen en dos islas españolas: La Palme y Fernando Poo. La excusa es que son lugares neutrales pero no era un elemento necesario, creo yo. En la primera rescatan a cierto personaje y la segunda se lleva la mayor parte de la trama.
No tiene ese desarrollo de montaje juguetón tan característico de Ritchie pero sigue siendo un montaje muy bueno tanto en pequeñas escenas (a uno se le encasquilla la pistola mientras el otro no puede sacarla de la funda) como en grandes secuencias. Me gusta mucho ese asalto al puerto mientras se desarrollan dos fiestas: la de oficiales y la de soldados. Es una larga secuencia de acción sin frenesí, rodada con calma, eficacia, una banda sonora apropiada y un desarrollo en el que entiendes todo lo que está sucediendo a cada paso y dónde está cada personaje.
El ritmo me ha parecido impecable. Le critiqué con la serie The Gentlemen (últimamente todas las pelis/series de Ritchie llevan gentleman o gentlemen en el título) pero está claro que, cuando regresa al cine, a un metraje acotado, tiene un dominio absoluto del tempo.
Vistosa, entretenida. No profundiza gran cosa en los personajes, es verdad, quizá el punto más débil. Pero como ya tienes a Henry Cavill, Alan Ritchson, Eiza González, Cary Elwes (y más gente conocida) no hace falta muchas explicaciones.
Curioso que le den tanta relevancia a Fleming, Ian Fleming, pero al final lo explican más o menos. Y lo interpreta Freddie Fox, el capullo Spider de Slow Horses.
Bastante buena. Probablemente los parecidos con la realidad sean pura coincidencia pero es una aventura muy agradable y muy de estilo clásico.

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