27/5/24

El primado de Polonia

1956. El descontento con el gobierno comunista de Polonia hace temer revueltas. El Partido permite que el cardenal
Wyszynski, en aislamiento desde hace 3 años, regrese a Varsovia. A cambio le piden que apoye las elecciones.
Casi todas las biografías fracasan en cine porque se empeñan en contar toda una vida. La regla debería ser centrarse en un momento importante y, a partir de ahí, descubrir la psicología del personaje. Por eso The Queen fue tan buena.
Por eso es buena El primado de Polonia. Porque, más que una biografía, es una lección de política frente a una dictadura: negociaciones, diplomacia, estrategia, cesiones, pasos atrás, pequeños logros. Es un duelo entre un cardenal y el Partido Comunista. Un duelo entre dos concepciones del mundo, entre una religión y una ideología. El Partido le tiende trampas y Wyszynski aprovecha los micrófonos que le plantan para despistarles. Un juego tenso, con un poco de divertido y muchísimo de peligroso.
La película se centra en 14 años: de 1956 a la represión de Diciembre de 1970. Hay, creo recordar, un sólo flashback a la II Guerra Mundial y un flahsforward al nombramiento como Papa de Juan Pablo II. El resto se centra en cómo sobrevivir en un Estado comunista.
La idea de todo para el pueblo pero sin el pueblo se plasma de un modo muy gráfico.
Interesante cómo Wyszynski convierte poco a poco a Karol Wojtyla en su brazo derecho. Está bien que la primera vez que vemos al futuro Juan Pablo II sea en modo excursionista. La película tiene esa capacidad para condensar en un instante a una personalidad o a una situación. Un ejemplo importante es esa escena en que Kazia está con su amiga Magda y conoce al marido Janek. Ahí están las complejidades de la Polonia comunista, encerradas en una escena. Cómo la ideología destroza la convivencia familiar y social.
Tampoco llega a ser un gran biopic pero al menos escapa de clichés y estructuras fijas. Como gran parte del cine alemán y polaco busca más lo racional que lo emocional, lo histórico por encima de la ficción.

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