25/11/23

Wish: El poder de los deseos

Es la película realizada para celebrar los 100 años de Disney. Parece que no han querido publicitarla en exceso porque son conscientes de que no tienen entre manos algo muy especial. Con la que está cayendo no les conviene exagerar, no sea que se vuelva contra ellos.
Pues sí. Es una del montón, otra princesa/heroína que sumamos a la carretada de princesas/heroínas, intercambiable con cualquiera de las otras.
Lo que más me gusta es su estética. Ahí han acertado al crear esa atmósfera entre lo antiguo y lo moderno, el 2D y el 3D, la tradición y lo digital. Encajar ambas cosas y que funcione me parece un gran logro. De hecho a mí me parece lo más difícil, por eso sorprende que se enreden torpemente con el guión. Bueno. No sorprende. Ya sabemos de qué pie cojea Disney.
En ese sentido me parece muy irónico que el malvado rey Magnífico (hombre, blanco, hetero) sea el mejor personaje de todos. En su afán por mostrar las maldades del patriarcado han realizado un personaje… magnífico. Ni siquiera se dan cuenta de que eso pasa muchas veces: que el malvado es el personaje más exitoso.
Me resulta bastante confuso y contradictorio todo el asunto de la magia, cómo lo presentan, cómo evoluciona y cómo concluye. Pero hay que pasarlo por alto porque es una de las exigencias de los últimos años de Disney: no analices mis guiones, acéptalos sin más. Vale. No tengo problema. Pero así cuesta implicarse y, claro, no hay una escena, una canción, un momento, algo que logre decir: aquí hay algo clásico, perenne, algo que recordaremos.
Sí consiguen el objetivo de hacer dinero: esa estrellita será un producto que estas navidades se venderá como rosquillas a poco que la película aguante en pantalla. Quizá no le haga falta ni eso.

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