5/11/23

Aporía

Malcolm fue atropellado por un hombre ebrio. Su viuda, Sophie, no lo lleva muy bien y la hija se vuelve problemática. Así que Sophie decide probar algo que su amigo Jabir asegura que funciona: una máquina del tiempo.
Dirigida con tono realista, está interesada sobre todo en los aspectos éticos: ¿matamos a alguien para salvar a otra u otras personas o lidiamos con las consecuencias yendo aún más atrás?. O qué alcance debe tener la intervención: ¿ayudamos a personas cercanas a nosotros o detenemos atentados terroristas? ¿Hasta dónde viajamos hacia atrás?
Y, a partir de cierto momento, las situaciones se vuelven incontrolables. Aquí está quizá lo que más me ha interesado porque sin salirse apenas del ámbito familiar y las amistades, ciñéndose a un plano intimista, de cotidianeidad controlada, demuestra que las cosas es mejor no tocarlas. Ya sé que muchas pelis sobre el tema (¿todas?) tratan el asunto, pero aquí es el centro, lo esencial y lo reflejan muy bien. Sophie actúa siempre pensando que hace lo correcto, sopesando la ética, de un modo responsable. Y eso no evita que las consecuencias sean siempre más caóticas. Judy Greer la interpreta de modo admirable.
También me gustó la historia de Jabir y el punto de origen o de no más retroceso temporal.
Es ciencia-ficción casera. No es tu película si buscas acción, pero es una película decente sobre por qué no existen los viajes en el tiempo. Ni siquiera a pequeña escala.

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