2/1/22

Hilda y el rey de la montaña

Una de las mejores animaciones de Netflix es
Hilda, así que no es extraño que surgiera la idea de hacer una película. Lo primero que debo decir es que me ha gustado bastante. Lo segundo es que prefiero la serie, los capítulos cortos, las aventurillas breves.
Cada cosa tiene su formato. Eso es algo que a los diversos medios les cuesta entender porque piensan en términos monetarios. Es comprensible. Pero perjudican al Arte. En la serie los personajes tienen su momento, sus capítulos, su ambiente, su estética particular. Y eso ayuda al estilo que se quiere dar, a la profundidad de determinados personajes, al guión enfocado.
Aquí, en la película, se preocupan demasiado por meter a un montón de personajes de la serie. Parece que es obligado que estén todos. Y acaban por sobrar, por resultar forzados. También la estética es más indefinida, menos brillante.
A pesar de todo es una película muy bonita, muy por encima de la media. Esos buenos sentimientos y buen rollo tienen sus capas y los personajes cargan con matices. No hay buenos o malos. En la serie dejamos a Hilda en, digámoslo así, una situación delicada. La película sigue inmediatamente a ese momento y nuestra heroína tendrá que revertir la situación, evitar una guerra y, de paso, aprenderá muchas cosas sobre los trolls y ampliará la mitología de ese universo mágico y fascinante.
Ahora a esperar la temporada 3. O eso espero.

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