-Nosotros,
la especie 18, somos los últimos hombres.
Sólo
para quienes gusten o entiendan de los movimientos artísticos del siglo XX y
XXI. O para los que tengan capacidad de contemplación.
No
hay ninguna persona visible en pantalla. Paisaje y arquitectura. Panoramas y
hormigón. Roca y cemento. Naturaleza y símbolos. La voz de Tilda Swinton
nos cuenta una historia. Nos dice que la humanidad va a extinguirse. Un mensaje
enviado dentro de dos mil millones de años hacia nosotros.
Es
una película realizada por un músico. Y se nota mucho. Su imaginería es
abstracta, sensorial. Jóhann Jóhannsson (compositor de las bandas
sonoras de La teoría del todo,
Sicario, La llegada) realizó este film poco
antes de morir a los 48 años. Es evidente su interés por las texturas y por la
integración de la escultura y la arquitectura en el paisaje. Es interesante el
modo en que corta la imagen, las secciones que nos ofrece. Pero sobre todo me
interesa que escoja la arquitectura comunista de la antigua Yugoslavia, perdida
en las montañas, megalomaníaca, hoy casi olvidada. Es una arquitectura que, ya
en su momento, no tenía mucho sentido, y que, unida a la narración futurista,
aporta un aire de incomprensión, de impenetrabilidad.
El
argumento, más allá de la extravagancia imaginativa, refleja lo permanente del
hombre: amor, odio, guerras, trabajo, miedo, esperanza. La lucha de la vida por
imponerse a la muerte. Y ese mensaje que nos envían, ¿qué ocurrirá con él? Se
ha vuelto muy difícil conectar con nosotros y más aún hablar.
Una
obra de ciencia-ficción única e inclasificable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario