Se
nota que esta
peli argentina
está hecha con 4 pesos. Martín
Murphy,
el
director, logra camuflar muchas veces la falta de presupuesto porque
tiene bien aprendida la técnica. Sabe encuadrar y planificar. Otras
veces no lo logra. Falta decoración, extras, sobran pantallas de
Windows sin
contenido…
Se nota especialmente en los cortes abruptos de montaje, en la falta
de planos de recurso.
En
ese sentido es muy de serie B. Pero como sabe dirigir y la trama es
sólida, la película
se sostiene aunque resulte un poquito compleja en ocasiones.
La
historia es cruda. Una mujer y su hija pequeña son secuestradas y
posteriormente asesinadas.
No
cuento más. Contada del modo en que lo percibimos conduciría a
error. Porque lo que creemos que sucede es apariencia. Y revelar lo
real destruiría la película. Admitamos que el montaje es muy
tramposo. Contado linealmente no tendría ningún misterio. El truco
está en escamotear al espectador datos importantes para revelarlos
arbitrariamente. Tal vez se le va mano pero lo cierto es que
engancha.
El
guion es bueno. Cuando algo parece resuelto el argumento sigue
avanzando. Hay ramificaciones inesperadas y el suspense siempre se
mantiene. El director logra que el espectador se mantenga atento para
descubrir cómo se conectan tramas aparentemente tan dispares.
Entretenida.
Funciona bastante bien.
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