Gabriel
Book es un librero. Tiene una esposa inquisitiva, un nuevo empleado y
una carta de Churchill
que le autoriza a ejercer de detective si le place.
En
primer lugar no tiene como colega de escritura a Steven
Moffat.
Steven
Moffat,
en mi opinión, escribe mejor que Gattis
(aunque Gattis
es buen guionista). Los dos son mejores juntos que por separado. Pero
Gattis,
en solitario, se deja llevar por el excesivo diálogo.
Ese
defecto se acentúa por la falta de presupuesto. Cuando no tienes
dinero para mostrar algo con imágenes, tratas de suplirlo con las
palabras. Cae en el mismo defecto que mencioné hace no mucho con
Sherlock and Daughter.
Bookish
son 6 episodios y 3 misterios. Cada misterio abarca dos capítulos.
Me gustó algo más el primer caso. El de la actriz y el del capitán
del ejército bastante menos.
Mark
Gattis
es gay. Con ese dato ves la serie de cierta manera desde el principio
y los secretos de sus tres personajes principales se difuminan por
completo. El matrimonio tan peculiar entre Gabriel y Trottie no tiene
misterio alguno porque sabes enseguida por dónde van los tiros. La
revelación final no hace más que confirmar lo que uno sospecha
desde el inicio. Por eso son defectuosos los personajes Mary
Sue,
los alter
ego
del escritor, el guionista que se proyecta a sí mismo en el
personaje.
No
está mal. Es medianamente entretenida, no me aburrió casi nunca,
pero resaltan los tres defectos: bajo presupuesto, demasiada
cháchara, predecible.
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