23/8/25

La conductora

-Siempre arreglas los desastres de los demás.
Se desarrolla en la actualidad pero su tono tiene un aire muy setentero: sucia, social, soez; violenta, personajes enloquecidos encadenando malas decisiones… Un realismo con estupideces como abrir la puerta del coche sin mirar. La consecuencia es, lógicamente, bestia, impactante y… ¿cómica? La conductora juega bastante bien en esa frontera: con los pies en el suelo y el absurdo que acompaña a los criminales.
Edie, Edith o Eenie Meanie como fue rebautizada por el mafiosete local Andy Garcia, ha tenido una vida muy chunga. A los 14 años conducía para trasladar a sus padres borrachos y drogadictos. A partir de ahí fue a peor. Ahora parece que está levantando cabeza pero qué va: se ve implicada en el robo de 3 millones.
El guionista Shawn Simmons dirige por primera vez. Se ve que los coches le interesan. Ya dio prueba de ello en la escritura de la serie Wayne. Aquí acentúa los elementos dramáticos y de sordidez. Tiene algunos detalles de montaje interesantes y se ve que estuvo atento a cómo traducían su escritura a imágenes en The Continental.
Está bien escrita. Tengo algunas dificultades para encajar situaciones como la clásica (más bien sobada) planificación del atraco y el tono dramático. En esa búsqueda del realismo sucio no deberían incluirse ciertas cosas. O, si las incluyes, apostar por un estilo menos tosco. El humor, más que funcionar como contraste, chirría.
Otros aspectos funcionan bien: la inclusión de un posible rival. En general todo lo que guarda relación con el atraco en sí me parece muy logrado. Desde luego la persecución final tiene un ritmo impecable. El drama de los protagonistas, más allá de que da contexto y cierta profundidad, parece excederse, como si estuviera mejor en una película trágica. Hay momentos muy oscuros. No hay nadie con un ápice de bondad, todos son egoístas.
Samara Weaving está muy bien en su papel.
Moraleja: usa coches manuales, no inteligentes, cuando vayas a un atraco.

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