El
planteamiento es buenísimo. Como dar vuelta a las tripas de El
cuento de la criada.
La Ley de Seguridad de la Mujer: habrá toque de queda para los
hombres de 7 de la noche a 7 de la mañana.
Una
mujer aparece asesinada durante la noche. Pese a la imposibilidad
teórica, la inspectora está segura de que tuvo que ser un hombre.
Me
gustó hasta el capítulo 3 incluido. Hasta ahí es una investigación
policial creíble en su mayor parte. Ciertamente contiene ya algunas
trazas del
mal
que vendrá después y
repetición de tramas que
muestran poca imaginación (2
adulterios en el mismo lugar casi
al mismo tiempo).
Ahí se empezaba a forzar el guion, pero aún me interesaba por esa
poli cabezota
y borde
que iba pisando callos.
Pero
el capítulo 4 destruye la serie. El capítulo 4 ya no es una
investigación policial, es un Pequeñas
mentirosas,
un abuso de la credibilidad del espectador con giros cada vez más
locos y
trampas en
el montaje.
Ahí ya no sirve lo que haga la inspectora porque el guion irá más
lejos en el
efectismo por el efectismo. Los personajes toman decisiones cada vez
más estúpidas, cambian
de carácter cada pocos minutos, fuerzan
situaciones…
Es
una pena. La serie apuntaba temas muy sugerentes. ¿El
toque de queda calmará a los hombres u ocurrirá lo contrario? ¿Será
menos violento un mundo con mujeres al mando? ¿Matarán las mujeres?
¿Sobrevivirá la sororidad? ¿Se pondrán moralistas? ¿Y qué hacer
con las mujeres que no estén de acuerdo? ¿Cómo
controlan los políticos la información ideológica?
Me
gusta que no haya buenos y malos. Todos son unos capullos. Hombres y
mujeres. Eddie quizá es el único majo, pero es un sosaina.
El
final es muy malo. A partir de lo del suegro es una memez tras otra.
Algo
que pudo ser muy interesante, con personajes complejos, terminó
reducido a una especie de Riverdale.
Y quedan cosas sin explicar.
Británica
de 6 capítulos.
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