Evie
va a casarse con Ranesh. Nina, hermana de Evie, paleontóloga,
autista, queda noqueada por la sorpresa. Y más cuando conoce a
Ranesh.
Pensaba
ver un capítulo
para hacerme una idea y me absorbió de principio a fin. No es la
octava maravilla pero es una comedia con un punto de inteligencia
inesperado que no suelo encontrar. O que no suele conectar conmigo.
Esta vez sí.
Es
una apuesta por la sinceridad, el mostrarte como eres. Es destrozar
los artificios, las ideologías, la pedantería, la imagen
falsificada.
A
ver: son escoceses. ¿De qué van a presumir?
Ranesh
me parece un personajazo. Es un aliade,
compendio de todo lo woke,
un pelele en el que descargan ironía tras ironía. Matilda
Curtis
y Ashley
Storrie
son unas máquinas en presentar como aparentemente positivo aquello
que están criticando, desde el feminismo hasta las apariencias
sociales, desde el arte contemporáneo a la moda. Cualquier moda.
El
capítulo que menos me gustó fue el 4 pues lo de la marihuana se
alarga en exceso. Aunque con un gran final que
planea como un fantasma sobre un capítulo 5 muy gracioso y que
pienso que es el mejor.
Ashley
Storrie
no sólo es creadora sino que encarna a Nina. Y, la verdad, gran
papel. A veces cuesta creerse el autismo del personaje. Lo creemos
porque nos lo dicen. Pero creo que se trata, más bien, de mostrar un
carácter que necesita claridad, la verdad desnuda, quiere decir y
que le digan las cosas tal cual son, sin artificios.
Bien.
Simpática. 6 capítulos de media hora cada uno.
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