10/11/24

Bookworm

Está claro que Mildred, 11 años, necesita de su padre ausente. Pero aún está más claro que el ilusionista Strawn necesita de su hija.
Es una de esas películas que no sabes a quien aconsejar. Su apariencia y la trama apuntan a una aventura para niños, pero está bastante lejos de eso. Hay poca aventura y demasiada conversación. Está más cerca de un drama paterno-filial. Creo que ahí está su punto fuerte y, de hecho, es más profunda de lo que parece.
Estamos en Nueva Zelanda, donde Mildred vive con su madre. La madre sufre un accidente doméstico y, desde Las Vegas, llega el padre al que Mildred no conocía.
Y se van de excursión para lograr filmar o fotografiar una pantera negra.
Elijah Wood compone un personaje bien difícil. Apocado, cobarde, desbordado por la vida, emocionalmente agotado. Decente prestidigitador pero una nulidad en todo lo demás. Nell Fisher tampoco lo tiene fácil. Debe interpretar a una niña que es a la vez muy vulnerable y demasiado sabihonda, con una aparente gran confianza en sí misma pero también confusa en sus emociones.
Esa acampada entre padre e hija tendrá un par de detalles aventureros pero, sobre todo, mucha conversación, mucho conocerse. Que no está mal, pero tampoco logras situarte con comodidad en su cruce de géneros.
Agradable, no aburre, paisajes neozelandeses e interpretaciones funcionan con precisión.

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