17/11/24

El atraco

-Reconozco la desesperación de alguien que cometió un error que no puede deshacer.
Años 90. Tadeusz Gadacz fue poli durante la era comunista. La caída de la URSS supuso su despido. Pero era un buen policía y ahora, tras el atraco a un banco, con tres empleadas muertas, le ofrecen la posibilidad de volver a ser inspector si resuelve el caso en 15 días. Le asignan a una joven llamada Janicka “Bolsillos”.
Y la verdad es que Gadacz es un hacha. Al tercer día (30 minutos de película) ya sabe quién lo hizo. Ahora se trata de buscar pruebas mientras los criminales se van enredando en otras diligencias y entendemos por qué hicieron lo que hicieron.
Lo que más me interesó fue el uso de las “viejas tácticas” en la “nueva democracia”. Las leyes son nuevas pero todo el mundo tiene un pasado que esconder y con el que se le puede extorsionar. En este aspecto me pareció más sugerente la dinámica entre policías o políticos que la de los atracadores. Los modos de hacer las cosas en los años hacia la transición democrática son fascinantes.
La trama derivará hacia problemas de aquella época: mafias rurales, adopciones, privatización de bancos, ejército, nuevos negocios… Me parece un poco apresurada. Se habla de demasiadas cosas. Es ágil pero poco incisiva. La investigación a través de tantas situaciones está bien montada pues se hace comprensible y tiene lógica, pero quizá no eran necesarios tantos elementos.
La cuestión es que el atraco se convierte en una excusa para mostrar el panorama de los días posteriores al comunismo, un tapiz amplio pero algo difuso.
Como suele suceder con el cine polaco la fotografía es gris, dura. Le va a la historia.
La escena más poética: la bolsa con el cadáver y el ave de cetrería. Bonito.
A ratos me ha gustado mucho. Tiene cosas muy buenas pero trata de abarcar demasiado.
Cuánto frío pasa esa gente, leche.

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