19/8/24

El sindicato

Cuando tienes puntos de partida inverosímiles tienes que ir a ello, pasar por encima y seguir adelante. Lo que hace esta peli es un error: trata de explicar la situación. El pasado de ellos, sus carreras, qué hicieron y dejaron de hacer… Cuanto más lo razonan más absurdo resulta. Y más aburre porque el ritmo se resiente.
Debieron ir al discurso de J.K. Simmons cuanto antes: no queremos universitarios pijos a los que les han pagado la carrera, queremos gente de la calle que se ha sacado las castañas del fuego, que se han hecho a sí mismos. Currantes, obreros, gente práctica.
No sólo es genérica, tópica y convencional. Es malilla. Puedes tirar por derroteros mil veces vistos pero hacer algo con estilo, elegante, funcional. Esta película no lo hace. Hay momentos en que se toma en serio a sí misma y eso no puede ser.
Destaquemos lo bueno y pasemos a otra cosa: las persecuciones por los tejados están bastante bien y la persecución final de coches es bonita. No lo ruedan de noche. Todo es de día y muy colorido, cosa que es un punto a su favor.
Mark Wahlberg y Halle Berry van en piloto automático.
Lo malo, lo verdaderamente malo, es que la idea general es buena. Y la desperdician.

1 comentario:

JAG dijo...

Ostras, acabo de verla y puff, que pocas ganas le echan la pareja protagonista, menos chispa que yo con mi suegra