Series
y películas pueden contar con una inversión potente. Eso jamás
ocurrirá con películas para televisión. Se asumen como productos
de relleno. Por eso, cuando veo una peli para televisión con una
nota un poquito alta me gusta echarle un vistazo: en el guion o en lo
fílmico tienen un plus.
Fardos
y más fardos de cocaína llegan a la Côte Sauvage. Supuestamente
por un naufragio. Como la playa está acordonada tardan dos días en
descubrir un cadáver en las dunas. A la capitana de homicidios le
envían un capitán de narcóticos que no es muy de su agrado.
Es
muy gabacha en muchos aspectos y hay agujeros de guion notables. Pero
me voy a centrar en lo positivo. En primer lugar su fotografía es
más cinematográfica que televisiva, especialmente en las escenas
nocturnas. Y en la relación entre los personajes principales estás
esperando el cliché pero, por suerte, lo esquivan y lo enfocan de
modo dramático desde un ángulo diferente.
Dentro
de las limitaciones de presupuesto sí que se esfuerzan un poquito en
hacer algún jueguecito con la cámara, nada original pero se ve que
director y montadora no se limitaron a cubrir el expediente. Al menos mostraron más interés que los traductores del título.
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