Han
pasado 5 años desde que Andie Bell desapareciera y su novio Sal se
suicidara tras confesar haberla matado. Pip decide averiguar la
verdad de lo que pasó.
Es
una serie de instituto, de esas donde todo el mundo tiene muchos amores ilícitos, proveedores secretos de sustancias sospechosas, imprudencias inconfesables... No es
americana, es inglesa, de la BBC y por eso le di una oportunidad.
Lo
primero: se parece demasiado a las americanas. Es rocambolesca, tiene
giros loquísimos y cada capítulo es una montaña rusa. Hay un
culpable (pero de otro crimen) y otro culpable (pero de otro crimen)
y otro culpable…
Ahora
bien, por mucho que se parezca a las americanas, tiene cosas más
positivas. Digamos que al lado de Pequeñas
mentirosas,
esto es una obra maestra. Emma
Myers
es mucho mejor actriz que cualquiera de las petardas mentirosillas y
aunque no tenga mucho fondo al menos es coherente en lo que hace (la
mayor parte del tiempo) y
demuestra inteligencia.
Tiene
cierto encanto tontorrón y cosas muy turbias. Pip con su aire de
inocencia encaja muy bien en la trama. Sin muchos alardes de
dirección, pero funcional.
Si
te van este tipo de series te gustará, aunque también te digo que,
si hubiese sabido el tono completo, no la habría visto. Para cuando quise darme cuenta ya estaba a la mitad y quería saber quién era el asesino (si es que lo había). Es
simplemente cuestión de gustos. 6 capítulos.
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