La
gente dirá lo que quiera pero el inicio, las rebajas del Black
Friday, es una secuencia de acción mejor rodada que cualquiera de
las de Marvel. Y Zack Snyder debería aprender unas cuantas
cosas acerca del uso de la cámara lenta.
Albert
y Bruno están endeudados hasta las cejas, consumistas sin freno.
Conocen a unos activistas, especialmente a la jefa Cactus, y buscan
cómo sacar provecho.
Olivier
Nakache y Éric Toledano
vuelven a escribir y dirigir otra película de poso humano, dramático
y humorístico. C’est la vie e Intocable son mis preferidas (por ese orden) y la presente, sinceramente, se
queda un poco lejos.
Los
guionistas/directores se adentran con facilidad en el retrato de
personajes. Ahí no han perdido pulso. Saben dibujar bien caracteres,
construir personajes creíbles. Patéticos, contradictorios,
absurdos, apegados a lo mundano… Desconcertados. Sin embargo creo
que el guion les falla en el desarrollo de la trama. Son dos horas
circulares en las que se repiten demasiadas veces los diversos planes
activistas. Obviamente tiene sentido la acción contra el banco. Pero
el resto tienen una justificación muy cortita para un fragmento muy
breve. Me cansó.
En
cuanto a la dirección es buena, como siempre. Navegan con facilidad
en ese tono realista con toques de comedia. No sé si es una
sensación mía pero también me ha parecido algo más amarga que en
otras ocasiones.
Interesante
el personaje del ludópata.
Durante
los créditos hay algunas tomas añadidas que tienen su gracia. Ese
perro.
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