La
inspectora Fia Lucey no es muy de templar gaitas. Tras romperle la
nariz a un sospechoso es invitada a dejar Dublín y volverse a su
pueblo. Allí Fia cae mal a la mayoría. Enseguida empieza a
investigar la desaparición de una tal Roisin.
Siempre
a vueltas con el guion. La trama de investigación está bien hilada.
Cuando se sale de ahí, no tanto. El romance lésbico de 5 minutos es
demencial: no existe ningún asomo, surge, se ejecuta, se acaba.
Ninguna relevancia. Totalmente inútil para
la narración. La fuga de la chica en el
capítulo 3: la encuentran, se escapa de un modo absurdo, realiza un
acto más absurdo aún. Sólo porque la trama debe durar más.
Me
ha gustado siempre que iba al grano, a desvelar el misterio de Roisin
y de lo que sucedió 20 años atrás. Ahí puedo conceder cierta
credibilidad a las casualidades bajo la excusa de que es un pueblo
pequeño y estas cosas pasan. Pero hay otras derivaciones que son un
perjuicio grave. Lo de recordar cosas con claridad, 20 años después,
también se las trae…
De
todos modos yo iba a la serie porque era irlandesa y también me
decepciona un poco. ¿Cómo puede alguien tener Irlanda para
fotografiarla y apostar por los grises? Ay.
Policíaca,
durilla, con un retrato desesperanzado de la sociedad, casi siempre
bien ejecutada y supongo que muy disfrutable si no eres tan
tiquismiquis como yo para la escritura de guion. Disfrutable
si te va lo amargo, entiéndeme. Una de esas series en la que dices:
venga, todo el pueblo a la cárcel.
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