2/12/23

Noche de paz

Sabes que estoy muy a favor de que el cine cuente las cosas con imágenes, que pienso que en el cine se habla demasiado. Es uno de los problemas que vi en
Oppenheimer. Hablar, hablar, hablar…
Hace poco se estrenó la peli de terror Nadie te salvará que era, esencialmente, muda. La semana que viene tendremos una de animación silente, Robot Dreams. Y hoy hablamos de una película de acción sin diálogos.
John Woo desapareció del panorama occidental hace 20 años y regresó a China. Ahora vuelve con esta historia de venganza. Trama sencilla: un niño muere en un tiroteo entre bandas. El padre irá a por ellos.
El toque de John Woo, en esta ocasión, es que no se dice ni pío en toda la peli. Esa es su originalidad y me parece muy interesante cómo juega con ella.
Gran problema: su primera mitad. Digamos que unos 45 minutos se nos van en el entrenamiento, en ver cómo el papá se prepara. Y eso es muy difícil de sostener. Se hace algo pesadito. Ver cómo Joel Kinnaman se pone cachas y aprende a disparar tiene cierto límite.
Luego sí. Luego está el John Woo que conocemos, el espectáculo de la acción, la violencia imposible convertida en ejercicio estético. Bien: sin pasarse. Nunca fue uno de los grandes y tampoco aquí está maravilloso. Hay buenas persecuciones de coches pero las hemos visto mejore. Está ese tiroteo, largo travelling en la escalera, que es muy bonito pero que no supera el de Atómica. Y las peleas son contundentes pero no llegan a John Wick. La cámara lenta le sigue encantado.
En fin, que no es una obra maestra, pero tampoco lo pide nadie. John Woo sigue siendo un gran artesano y cumple con creces para, sin ser maestro, estar por encima de la media de la clase.

1 comentario:

JAG dijo...

John Woo siempre está en mi lista desde que vi A Better Tomorrow.
Es bueno ver qué vuelve al cine de presupuesto