Linoleum

-No es tan sencillo.
Una película que no debe tener sinopsis porque cualquier comentario puede desvelar cosas importantes. Digamos que empieza con un coche que cae del cielo y con un hombre al que van a arrebatar su programa de televisión de ciencia para niños.
Una película independiente, muy pequeña, que transita en los felices Estados Unidos cuando los Estados Unidos eran felices y que se deslizará suavemente hacia un final muy triste. Con esperanza.
Es, en realidad un relato de sueños rotos, de deseos no cumplidos, de cómo la edad destruye las ilusiones, de la apisonadora del tiempo. Sólo que, cuando quieres darte cuenta de que trata de eso ya es demasiado tarde. Y te cae encima como ese coche que vino del cielo. También, por fortuna, tiene el sentido de colocar en su sitio lo que es verdaderamente importante. Es una lucha entre el tiempo y el amor. Lo que uno arrebata y el otro da.
Jim Gaffigan y Rhea Seehorn desarrollan sus personajes de un modo desconcertante. Al final entiendes que debe ser así. Las relaciones personales, lo confuso de ciertas situaciones. La película no tiene más trama que la de los sentimientos.
No sé a quién recomendarla. El tema de fondo ya se ha tratado otras veces de modos distintos. Creo que cuenta muy bien lo que quiere contar, que logra el propósito que buscaba. Pero es difícil moverse en un entorno idealizado para que te den un vuelco inesperado. Crees estar en un género y te arrea un mazazo con otro. Extraña, a veces extravagante, arriesgada.