8/4/23

El inocente

Menuda peli rara.
Sylvie, ya en sus 60, imparte clases de teatro a reclusos y decide casarse con uno de ellos. Abel, hijo de Sylvie, no se lo toma muy bien y, cuando el padrastro sale de la cárcel, Abel le sigue para averiguar si lleva una doble vida.
Una parte del juego de la trama está revestido de comedia de enredo. En muchos momentos se fundamenta en situaciones un poco ridículas e incluso absurdas, sin perder del todo el tono realista. Después acontece algo que hace virar la película hacia el suspense. Esta parte funciona mucho mejor.
Ahora bien. Lo curioso de todo esto es que está rodada con un estilo muy nouvelle vague. Una fotografía con grano, personajes airados dando voces por el campo, un tono dramático que resulta esquivo… Y a mí no acaba por encajarme el fondo con la forma. Evidentemente es un homenaje a esa época del cine francés. A mí no me funciona pero quizá haya públicos que sí acepten el choque.
Hay algunos factores a los que no les veo mucho sentido dentro de la trama. Sabemos que el hijo arrastra un trauma por la pérdida de su esposa en un accidente de coche (lo que no tiene relevancia alguna o yo no la pude ver). Sabemos que la chica que acompaña al “prota” es muy lanzada, aventurera y arriesgada (tampoco sabemos por qué). Sabemos que la madre está contenta con la floristería (cuando no debería estarlo según una conversación que nos dejan). Pero claro, es que eso también es bastante nouvelle vague, esa ambigüedad en las reacciones de los personajes, ese desconocer las causas del comportamiento humano.
A veces más Godard (lo que menos me gusta) y a veces más Truffaut (lo que más me gusta). Pero reconozco que no aburre, que la intriga logra que prestes atención y que es cuestión de preferencias personales. Técnicamente es buena.

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