17/11/22

... Y muere porque te toca

-Si no juegas, mueres.
Sólo hay una razón para ver esta película: su estética. La puesta en escena es abrumadora. Mobiliario, vestuario, colores… Un despliegue recargado de tonalidades vistosas, a veces estridentes.
Jeanne es arquitecta. Ha recibido el encargo de reformar la mansión de los Daguerre, familia de jugueteros. Hasta allí se acerca con su maqueta. Y el señor Daguerre muere. Y puede que mueran todos si en 24 horas no averiguan quién es el asesino. Un juego mortal para la familia de jugueteros.
Es un juego de escapar de la habitación cuyas pistas no interesan, es una comedia no muy graciosa, es una trama detectivesca que no intriga. Se hace cansina y repetitiva. Quiere contar algo en segundo plano, algo acerca de la vida como juego, de no tener siempre el control, del azar en los acontecimientos, de ser espontáneo. Pero se queda en algo superficial. Juega con el espectador a sorprenderle con sus giros no muy sorprendentes. La mayor parte del tiempo uno contempla con estupor a esa excéntrica familia. Aunque hay algunas pistas que dejan entrever que ahí pasa algo. Y para liberarnos de los momentos aburridos volvemos a la estética.
Prefiero a Alice Pol en una comedia de verdad.
Un artificio tan bonito como insípido. Muy bonito y muy insípido. Como un bufet de gelatinas.

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