30/10/21

El espía inglés

-Ahora la pregunta más importante. Si quiere hacer negocios en Moscú necesito saberlo. ¿Qué tal aguanta el alcohol?
Años 60. Guerra Fría. Señales de tiza y alfileres en la corbata. Qué más puedo pedir. Ya he comentado que para las pelis de espías soy muy básico. Me gustan más cuanto menos tecnología hay. Con la tecnología se puede hacer todo y, si no se puede, te hacen creer que sí. El factor humano se escapa en demasiadas ocasiones.
Bien es cierto que esta película tiene aspiraciones de John le Carré en su escritura. Y ahí se queda muy lejos del objetivo. Toma una historia real y se apega demasiado a la verdad. Aunque una historia así no necesite grandes añadidos de ficción sí necesita otra energía, otra dinámica. No está mal. Debería ser mejor.
Creo que uno piensa ineludiblemente en El puente de los espías de Spielberg. Él gana, claro. En planificación, en cine…  El espía inglés gana en que resulta más creíble. Sí. Benedict Cumberbatch con sus imperfecciones es más verosímil que don perfecto Tom Hanks.
Le acompañan Rachel Brosnahan (espía de la CIA), Jessie Buckley (la esposa sufrida) y un Merab Ninidze como traidor a la Revolución Soviética muy interesante. Todos ellos debieron tener más fondo.
En cualquier caso, sin aportar nada nuevo al género, resulta bastante disfrutable.

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