-Tenemos
que aprender acerca del amor antes de aprender acerca del odio. De lo
contrario, todo se desmorona.
Es
lo más. La serie que todo el mundo debería ver. Original, deslumbrante, libre,
sin cortapisas, extravagante, rocambolesca, alucinógena. Visualmente
impactante. La serie que sabe que es una serie. Que esto es cine, imagen en
movimiento, que puede crear su propio lenguaje, sus propios códigos, sin atarse
a clichés ni estructuras. Puede hacer lo que le dé la gana. Y Legion se atreve a hacerlo. La serie
que no es para casi nadie. Pero es la que todos deberían ver.
David
Heller encuentra a Switch, una viajera del tiempo. Y, como siempre, trata de
rebasar los límites de sus poderes. Sin embargo, en los pasillos temporales,
hay demonios del tiempo tratando de salir.
La
serie no esconde sus deudas con Alicia
en el País de las Maravillas. Homenajea la obra repetidas veces con
cosas como ese desayuno con la sombrerera loca y Reina del Desayuno (Aubrey
Plaza, obviamente) o esos demonios del tiempo que son la versión del gato
de Cheshire.
Aunque
desde luego cabe de todo. La historia de los padres de Daniel, el encuentro de
Sidney con su pasado adolescente, la comuna hippie, un capítulo a lo Dickens
mezclado con cuentos de hadas que acaba en una batalla de rap, toreros, bailes…
Pero probablemente la escena más loca sea la de Vic Mckey (sí, el de The Shield con una escena de The Shield) en el 3x04.
Habrá
muchos que querrán la acción apresurada, el ritmo de quemar trama. Bueno, para eso
ya hay otras muchas series. A mí me gusta que ésta me la cuenten así. Que me la
hayan contado así porque aquí terminó. Me parece bien.
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