30/4/25

Blindado

Dolus, en latín, significa engaño o artimaña. En derecho es la voluntad de cometer un delito para causar daño. En la película es un coche con nombre apropiado.
El Dolus es a prueba de golpes, balas, está insonorizado, tiene inhibidor de frecuencias… Un ladronzuelo se cuela en un Dolus… y ya no puede salir.
El coche viene a ser una cámara de tortura, el preso es Bill Skarsgard, el torturador invisible (gran parte del tiempo) y dueño del coche es Anthony Hopkins.
La trama alterna tortura y conversación. Torturas: aire acondicionado a tope, calefacción a tope, música a todo volumen, restricción de agua, comida y sueño… Conversaciones: privilegios, victimismo, justicia, moral, contrato social, responsabilidad,… Hablan de Crimen y castigo, El señor de los anillos
Está claro, tal vez demasiado claro, que el director quiere ofrecernos una reflexión ética y social y, para hacerla amena, crea un ejercicio de tensión. En mi opinión fracasa en ambas cosas.
Las consideraciones éticas son básicas, elementales. No van más allá de lo obvio. El estilismo de tensión funciona unos ratos sí y otros no.
Hay momentos muy brutos, muy dementes, muy perturbadores. Hay secuencias que enganchan y a ratos resulta atractiva. Globalmente es una película dispersa, parcialmente cansina, con huecos que no sabe cómo llenar y, sobre todo, con situaciones inverosímiles que no se sostienen.

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