Es
un documental sobre la escena de la ducha de Psicosis.
Hora y media dedicada a diseccionar y analizar cómo se rodó, las
decisiones que tomaron y la influencia que tuvo.
78
configuraciones de cámara, 52 cortes, 45 segundos. 1 semana para
rodarla.
Cito
primero lo que menos me ha gustado. Me parece muy mal que no
mencionen jamás a Alma
Reville
porque fue determinante en muchos de los planteamientos de la escena
de la ducha. Música incluida. También me parecen mal las opiniones
de Marco
Calavita,
profesor de Comunicación. Las cosas que dice suenan a sociología
barata a posteriori con perspectiva puramente estadounidense. Suena a
profesor con su rollo que declama en toda ocasión. Suena a yanqui
mirándose el ombligo.
Eli
Roth
también dice varias tonterías pero acierta en otras. No sé qué
pinta aquí Elijah
Wood.
Guillermo
del Toro
tiene la decencia de recordar que Hitchcock
era católico porque ningún puritano americano habría rodado jamás
la escena de la ducha.
A
grandes rasgos me interesa más cuando hablan de técnica que de
teorías rocambolescas. Lo que comentan las montadoras siempre tiene
sustancia. Y son sinceras: por qué no funcionó ese remake/despropósito de Psycho
de Gus
van Sant.
Yo lo reduciría a “para que te metes” pero es curioso comprobar
cómo la montadora ya veía que aquello no iba por buen camino.
Me
gusta Jamie
Lee Curtis
(recordemos:
hija de Janet
Leigh)
cuando comenta la parodia que
hizo de
la escena tras la muerte de su madre.
Me
pareció muy interesante la explicación de la elección del cuadro
de Susana
y los viejos.
Desde
luego la reflexión que hacen sobre la influencia del cine
expresionista alemán en Hitchcock
es mucho más relevante que los rollos de Calavita.
Resumiendo:
le sobran algunas ínfulas teóricas pretenciosas pero es apasionante
cuando analizan plano a plano, en corto, cada corte, cada encuadre.
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