3/4/25

Hatari

-No, no, no… ¿Quién es usted y por qué está en su cama?
Una de esas películas que es entretenimiento intrascendente e incluso vacío. Pero precisamente por eso es puro cine. Sin otra meta que el disfrute del espectador y de quienes la realizan.
Un grupo de tipos en la sabana africana cazando animales para zoos. Hasta allí llega una fotógrafa.
Y no hay más. Literalmente. Aventuras, amigos, amores, enredos de camas, de duchas, de elefantes en cacharrerías… Una película de aventuras que no necesita un malo. Ya está la naturaleza como territorio a conquistar.
Dura 159 minutos y no aburre ni un segundo. Podría durar otros 159 y no pasaría nada. No sé por qué con tanto remake no se ha hecho una serie sobre Hatari. Capítulos procedimentales en los que hoy cazamos un león, mañana un ñu, hoy trato de ligar a fulanita, mañana me da calabazas. Podrías fragmentar la peli en capítulos de media hora y ya tendrías una miniserie.
Igual no debería dar ideas.
A lo que voy es que John Wayne, sin estar en el Oeste, se sentía en su salsa. La dueña del tinglado era una francesa (Michèle Girardon) y hasta allí llegaba una italiana (Elsa Martinelli) que revolucionaba a su paso las hormonas de un exceso de machos. Brandy de la Court era la jefa y mantenían más las distancias.
Hoy no se podría rodar esta peli. Ni por los animales ni por los roles masculinos y femeninos ni por el modo de representación de las tribus. Probablemente no podrías rodarla porque los puritanos de hoy la verían demasiado divertida.
Howard Hawks detestaba el feminismo pero creaba mujeres muy independientes y cuando dijo que de los diez mandamientos del cine los nueve primeros eran “entretener, entretener y entretener” lo aplicó con una contundencia que pocos han igualado.
Te sientas a ver Hatari y te levantas con la sensación de haber perdido el tiempo. Gustosamente y mejor perdido que nunca.

No hay comentarios: