La novela me gustó bastante. Tenía curiosidad por ver cómo adaptaban el silo, por ver cómo interpretarían ese universo calustrofóbico que todo lector, inevitablemente, se imagina de modo muy personal.
Porque menudo plató hay que construir, ¿eh? Secuencias como la de la carrera dan una idea del esfuerzo que se ha hecho en el diseño de producción y planificación. Obviamente no hay 144 niveles ni 10.000 personas, pero eso no quita para que la puesta en escena sea notable.
Es una historia bien construida. En un nivel de la trama está el gran misterio, los pequeños misterios, los asesinatos. En otro nivel está el modo de desvelarnos cómo funciona ese lugar, la sociedad, el Pacto. Y en otro nivel están las historias personales, los conflictos individuales. Todo ello bien entrelazado gracias a un buen guión y una buena edición.
Desarrolla con inteligencia y de modo adecuado cada aspecto de la historia. Mantiene el suspense con habilidad sin que apenas decaiga. Evidentemente intuimos la verdad detrás de todo lo que ocurre, pero no es obstáculo, me parece, para ponernos en el sitio de los personajes y seguir sus pasos al ritmo de sus descubrimientos.
Las interpretaciones también me parecen muy buenas y los caracteres de los personajes están bien escritos. Rebecca Ferguson está perfecta en su papel, Common resulta imponente siempre que aparece, Tim Robbins impecable. Y hay sorpresas como la de suprimir a gente que creemos que será protagonista.
Como toda buena ciencia-ficción nos habla del ahora, de cómo los gobiernos tratan de controlar nuestras vidas, nuestra natalidad, nuestra economía. Lo que vemos. Lo que creemos ver. Las ilusiones que fabrican para nosotros. Instrumentos de su política.
Los que disfrutamos de la ciencia-ficción necesitábamos algo así.
En este caso creo que le habría venido bien su emisión en un único bloque, los 10 capítulos juntos. Pero ahora ya los puedes ver a tu ritmo.
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