Elemental

No se puede cuestionar el apartado visual. Es Pixar y la calidad del dibujo y la animación es espectacular. Hay un colorido asombroso y unos diseños imaginativos.
Todo lo demás es un problema. Un Romeo y Julieta en versión agua y fuego. Con todos los problemas que eso implica.
El primer problema es que en una película con los cuatro elementos (agua, fuego, tierra, aire) no saben qué hacer con dos de ellos (tierra y aire). Así que chica de fuego inmigrante conoce a chico de agua autóctono y no hay más. Una sucesión de clichés de peli romántica. Chico y chica se enamoran, discuten, se reconcilian.
El conflicto es demasiado raro. Casi todo es raro en la película, difícil identificarse con ese mundo tan estrambótico. Tiene sus momentos ocurrentes, sus puntos graciosos, pero el conjunto es incomprensible. No llegas realmente a entender cómo funciona.
Los personajes. La chica de fuego es fogosa, el chico de agua se deja llevar. Psicología mínima. Conflictos familiares manoseados y repetidos hasta el aburrimiento (el sueño de mi papá no es mi sueño). Hora y media dando vueltas a lo mismo.
Los esquemas de Disney, que progresivamente habían permeado Pixar, aquí están metabolizados. Nada los distingue ya. Pixar ha sido vaporizada. Todo lo que ocurre es caprichoso para que encaje en la plantilla más aburrida del mundo.
Es atractiva por su estética pero hay muy poco aprovechable en una metáfora obvia que, por una parte, no necesitaba complicarse tanto y, por otra parte, no saben desarrollar.
El título hace justicia: elemental.