LOLA

El principio es simple: si podemos recibir ondas de radio del pasado también podemos recibirlas del futuro. Así que en 1938 dos hermanas inventaron LOLA, una televisión para ver el futuro. Gracias a eso vieron a David Bowie, Bob Dylan, Kennedy y dónde serían los bombardeos alemanes durante la II Guerra Mundial.
Pronto se dan cuenta de que sus acciones cambian el futuro original.
Es una película muy corta (75 minutos) con un núcleo claro. Pero es evidente que las ideas (muy buenas) se le agotan pronto. De ahí la necesidad de rellenar el metraje con desviaciones que no aportan nada, anécdotas diversas aquí y allá. Ese baile, las canciones, las tonterías frívolas… Se alargan en exceso. Se puede entender en una película más larga. Le falta profundidad, desarrollo, explicar a los personajes y sobre todo un conjunto de ideas secundarias que cimenten la idea principal.
Rodada en blanco y negro, en un formato 3:4, con el concepto de “metraje encontrado”. Afinar el guión habría logrado un nivel altísimo. Como otros muchos productos semejantes es más lo que sugiere, lo que pudo ser, que lo que da. Pese a todo hay que alabar la capacidad para dar forma a esta historia. Con pocos recursos, cuando es buena, es interesante.