1/7/23

Indiana Jones y el dial del destino

-Lo siento pero es que… eres nazi.
No sé qué parte de “es una peli de aventuras” es la que los críticos no han entendido. Puedes ponerle peros, puedes ponerte exigente, puedes pedir más, desde luego. Pero míralo desde el otro ángulo. ¿Cuánto hacía que no veías una aventura tan buena, una aventura pura y dura tan lograda?
La película abre con una secuencia de acción de 20 minutos que puede que no sea exageradamente original pero que funciona de modo maravilloso mezclando homenajes e ironías. 1944, cuando Indy era joven.
Luego saltamos a 1969 y se jubila como profesor en la universidad y su ahijada, una Phoebe Waller-Bridge contrabandista, le propone recuperar el mecanismo de Anticitera, un invento de Arquímedes para predecir grietas temporales.
Al lío se suma más gente interesada. Y tener embrollos de 3 y hasta 4 partes diferentes hace que el ritmo no decaiga un segundo. Todo son carreras, persecuciones y charlas divertidas mientras corren o se persiguen.
Recuperan personajes del pasado, dan el toquecito justo de drama, se acuerdan de que Indy detesta las serpientes, siempre andan por ahí el látigo y el sombrero, hay una cueva… El humor y el toque fantástico están presentes en su justa medida. Y sabremos la verdad sobre el asedio de Siracusa.
Todo lo de Marruecos me encantó. Un ejemplo perfecto de cómo se debe presentar un tinglado de trama, situaciones y personajes sin necesidad de pisar el freno. Y qué bien rodada la secuencia.
Y Antonio Banderas, el mejor hombre-rana de España.
No va a ser un clásico, no. Pero es un buen entretenimiento veraniego, sin complejidades, para todo el mundo.
-Eureka.

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