Una pareja alquila por Airbnb una finca para el fin de semana. Al llegar allí los dueños se ofrecen a ser sus empleados: hacerles la comida, lavarles la ropa, estar pendientes de todas sus necesidades… Para la hora de la comida ya son todos buenos amigos. Antes de la cena las cosas empiezan a ponerse raras.
Me han engañado. Es, supuestamente, una comedia de terror. No funciona ni como comedia ni como terror. Cuando en una película para adultos llegas a los chistes de caca, culo, pedo, pis, es que algo va muy mal. Pero que muy mal.
La película no dura ni 90 minutos y los vacíos argumentales los rellenan con esa técnica de estirar escenas con conversaciones repetitivas, cansinas, con chistes malos.
Tiene algunos buenos momentos y curiosamente funciona mucho mejor la tensión (incómoda) en su primer tramo, cuando estás conociendo a los personajes, que cuando debería empezar la tensión en serio. Se vuelve demasiado absurda, demasiado ridícula.
El presupuesto, desde luego, es bajísimo. No hay más que ver los problemas que tienen para mostrar a dos gemelas.
Por lo visto en Argentina aprecian mucho a Malena Pichot y Julián Lucero. Si este es su estilo habitual, no es el mío. El cuarteto se completa con Paula Grinzspan y Leonardo Sbaraglia. No me parece que actúen mal pero es que no hay mucho que demostrar.
Las tomas falsas de los créditos finales son lo mejor, así que ya ves.
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