Isla
de Jersey. Moll recibe las atenciones de Clifford, el policía. Pero empieza
salir con Pascal. Poco después Pascal es sospechoso de haber asesinado a cuatro
chicas adolescentes.
Hay
cosas buenas en esta peli. La creación de una atmósfera imponente y retratos psicológicos
complejos y retorcidos pero accesibles. Hay un aire opresivo, turbio y una
tensión creciente. Sin tener que recurrir a la oscuridad (hay mucha luz en esta
isla) ni a trucos baratos.
Poco
a poco vamos descubriendo el pasado de los personajes, rico en matices, en
perspectivas, en auto-justificaciones. Por eso no es fácil saber qué pasó.
Desde fuera unos ven una cosa; los protagonistas ofrecen su visión personal que
puede ser, o no, cierta, deformada o una mentira.
Las
interpretaciones son otra baza muy importante. Los personajes parecen
anestesiados, socialmente correctos porque es de buen tono. Pero todos llevan
una bestia dentro que se expresa en explosiones de furia, la ira latente que
contienen termina por estallar cuando las circunstancias presionan.
El
final, en mi opinión, redondo. Tal vez no guste a algunos pero tiene una gran
fuerza y entendemos a Moll mientras sigue siendo un misterio gran parte de su
personalidad.
Hay
una inspectora que aparece sólo unos minutos. Tan peculiar, tan original, que
merecería una peli o una serie para ella. Qué personaje.
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