10/2/19

2036: Origen desconocido


Creo que esta película ha sido castigada en exceso. Admito que, si uno la contempla desde el final (y, ciertamente, es asunto de importancia), resulta muy pedante. En la misma medida en que era pedante 2001: Una odisea espacial. Y supongo que la castigan por eso. Porque ya teníamos más que suficiente con un pedante.
Pero todo lo que hay antes del final sí que me gustó.
Para ayudar a la exploración espacial los hombres construyeron a una inteligencia artificial: ARTI. Y ARTI descubrió el hiperespacio.
Es, esencialmente, una película de un intérprete. Hay algún otro por ahí, pero Katee Sackhoff está presente en casi todos los planos.  Y me parece muy buena interpretación con esa relación de amor-odio que tiene con ARTI: furia, celos, ironía, bromas, cooperación, rebelión… Un duelo soterrado por ver quién manda más, si el macho-alfa o la hembra-alfa. La actriz, gracias al ritmo lento, pausado, ofrece un montón de registros.
Para acérrimos a la ciencia-ficción que tampoco busquen grandes hallazgos.

No hay comentarios: