-Sólo
soy una niña insignificante.
Es
mejor de lo que me esperaba. A nivel visual es apabullante. Una inversión
brutal en el tratamiento digital. En cuanto al guión, que era donde sospechaba
que flojearía, hay que admitir que no es malo. Tampoco es que sea una
maravilla, pero cumple en una peli de acción.
Un
corazón bondadoso y la guerrera cyborg más avanzada jamás creada. Ese contraste
es la base de la historia. Alita, una chica que rebosa bondad pero que ha sido
creada para destruir.
La
historia se mueve bien entre escenas de acción y avance de drama. Hay
un punto inverosímil acerca de Hugo. Este chico debería ser más espabilado. Una
vez que sabe en qué se emplean sus piezas de recambio debería dar un paso
atrás. La peli intenta hacer eso y, a la vez, que supongamos un doble juego. No
funciona. Es lo que más lastra la estructura de la historia.
Me
quedo con la pelea en el bar de los cazarrecompensas. El más puro western
entrelazado con cyborgs. Y cómo culmina en drama. Aunque hay otras peleas más
espectaculares y originales.
Mahershala Ali está en todo el cine y
series de este año, me parece. Christoph Waltz cumple. Me gustaría ver
al primero en algo que le haga soltarse (es estoico, hierático en todas sus
pelis/series) y al segundo con más riqueza en un papel de bueno. Jennifer
Connelly tiene un papel algo descolorido. Digo esto porque, como se ve,
todos los personajes debieron tener más profundidad. Rosa Salazar pone
cuerpo al cyborg, a lo digital. El resultado, desde luego, es impresionante.
-La
mujer en mi recuerdo me llamó 99.
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