La
gente dirá lo que quiera sobre las monarquías pero parece que le gusta lo de
los reyes y princesas más que comer con los dedos. Hay tantas series y pelis
sobre reinas que uno no da abasto. Siempre las veo con retraso o no las veo.
Hace poco teníamos La favorita,
la semana pasada María, reina de
Escocia y esta semana Cambio
de reinas.
María, reina de Escocia es bien distinta a La favorita. Una versión
estéticamente más colorida, más agradable desde un punto de vista visual. Pero
se emparentan en esos tejemanejes femeninos, la lucha por el poder, el intento
de sobrevivir a los ejércitos extranjeros y las conspiraciones internas.
Las
dos horas me parecen muy pesadas porque, en el fondo, la película no sabe
estructurar los hechos. Se vuelve confusa, un tanto caótica e innecesariamente
compleja. Lo peor es que tienen a Saoirse Ronan y a Margot Robbie
y no dejan que exhiban registros. La primera es casi siempre distante y fría
salvo algunos momentos un tanto infantiles. La segunda igualmente distante y
fría con arrebatos histéricos.
Los
hechos históricos o bien se enfangan en tramas repetitivas o avanzan a grandes
saltos sin apenas explicaciones, sin que veamos la evolución de personajes.
Farragosa.
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