13/10/18

La casa del reloj en la pared


-Tenemos que ser adultos y responsables. Y mentirle al niño.
Quién me iba a decir (o a ti) que Jack Black y Cate Blanchett podían tener química en pantalla. No en sentido romántico, claro, pero funcionan perfectamente metiéndose continuamente el uno con el otro en plan colegas.
Un niño, tras la muerte de sus padres, se va a vivir con su tío. Allí descubrirá que su tío es hechicero, que la vecina es bruja, que la casa está encantada y que hay un gran secreto.
Eli Roth intenta hacer una peli de terror para niños y le sale esto. Que es muy poca cosa. A medida que avanza se vuelve peor. Todo ese final de calabazas y pringues resulta agotador y bastante tonto.
Es otra de esas películas en las que el director no tiene claro a qué público se dirige. Trama simple: defraudas a los adultos. Demasiado terror oscuro: defraudas a los niños. El margen al que puedes satisfacer es más bien pequeño.
Una historia tipo Pesadillas pero flojita.

No hay comentarios: