3/10/18

El reverendo


-Ni siquiera Jesús estaba siempre en el Huerto. Tú siempre estás en el Huerto. Para ti, cada hora, es la hora más oscura.
Paul Schrader no es Lars von Trier ni es Dreyer ni es Tarkovsky. Le gustaría serlo, me parece. Pero no lo es. Tiene inquietudes trascendentes y sabe que, explicar la trascendencia en el cine, debe hacerse desde la forma. Se adentra en un drama donde sus personajes pasan por una noche oscura. La lucha entre la fe y la materia. Todos ellos con un pie en la desesperación. Entiendo que le guste Thomas Merton (Él tampoco vivía en el mundo real). Pero le falta algo para estar a la altura de los grandes: metáforas, símbolos.
Ethan Hawke es un pastor calvinista castrense que perdió a su hijo en la guerra. Amanda Seyfried es una mujer embarazada, pero su marido quiere que aborte porque no soporta traer a un niño a este mundo. Y es posible que el marido planee un atentado terrorista.
Tiene reflexiones atrayentes, enfoques peculiares, planteamientos que son, evidentemente, fruto de las propias reflexiones de Schraeder. Sí, es sugerente y me interesó en muchos momentos. Pero le falta esa sutileza que hay en los símbolos y, a la postre, me cuesta creerme las decisiones desmedidas de los personajes precisamente por eso, no por la falta de realismo. Hay que ser muy sabio para dominar los extremos. Y como si quisiera compensar la ausencia simbólica, de pronto, coloca esa escena onírica que rompe, en mi opinión, la intensidad de la tragedia. El final me parece una solución demasiado fácil.
Pese a todo es interesante y, desde luego, por encima de la mediocridad habitual, con algo que contar. Una película poco común.
Muy buenas las interpretaciones de los dos protagonistas.

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