Me
gustó moderadamente la primera (Monteperdido),
la segunda mejoró un poco (Tramuntana)
y no aguanté la tercera (Guadiana)
porque era prácticamente igual que Monteperdido.
Luego me dijeron que, para diferenciarlas, se vuelve muy loca y no
sabes por qué se mata a tanta gente, con decisiones irracionales.
RTVE
destruyó un buen producto -como casi todo lo que toca- y Movistar se
quedó con los derechos. Movistar tiene más dinero pero son muy
rácanos. Al revés que RTVE, que tiene poco pero lo desperdicia
porque no es suyo.
Por
cierto. El Consejo de Informativos de TVE, en su cuenta en X, sólo
acepta cuentas amigas. El canal público. El canal de todos. El que
pagas con tus impuestos. Una estrategia muy de Goebbels.
Pero está bien saber en qué situación andamos.
Ya
lo he mencionado en otras ocasiones pero parece que es un tema sin
solución: todos los adolescentes de las series españolas son
gilipollas. Sin matices. Su personalidad es ésa. El guion no se
molesta en perfilar más. Sospecho que eso es lo que quieren que sean
los adolescentes españoles. Manipulables.
No
puedes esperar que lo que viene a partir del susto a Edurne en el
bosque resulte verosímil a alguien. Cosas así destrozan la serie
por entero. Me saca su artificio y ya no vuelvo a entrar. Estoy
esperando la siguiente majadería sin sentido de Aimar, su reacción
opuesta a cualquier lógica, su premio al mayor tarugo en la historia
de la humanidad. A partir del capítulo 3 fue imposible aceptar lo
que me contaban.
Monteperdido
arrancó con un potencial enorme. Ha llegado a ser algo desastroso.
En lugar de inspirarse en los nordic
noir
o los buenos polar,
acabó convirtiéndose en otra españolada repleta de clichés. Y, lo
peor, sin que esos clichés lleguen a tener coherencia entre sí. Los
mismos elementos de siempre lanzados al montón.
En
los últimos capítulos difícilmente se puede hacer peor.
Una
perdida de tiempo.
-Ojalá
pudiéramos dar marcha atrás y cambiar todo.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo, los jóvenes no saben actuar y además les crean guiones y personajes simples y sin profundidad, aparte que no saben pronunciar.... y cuando se cabrean los personajes, suben la voz gritando e insultando (vaya guionistas). En fin, no vi la primera temporada, ni lo intentaré. Buen análisis del dueto rtve/movistar
Un diálogo, también manido, es decir que "son jóvenes y tienen derecho a equivocarse". Derecho a equivocarnos lo tenemos todos y probablemente de jóvenes nos hemos equivocado más. Pero nadie tiene derecho a equivocarse siempre, de continuo, tenazmente y de forma repetida. Porque eso no se lo cree nadie. No sé si me da más pena o agotamiento.
Tema de la edad. Se supone que son menores de 18 y son actores que están cerca de los 30. A mí eso también me cuesta aceptarlo.
Me preocupa, finalmente, que tanta gente adulta conecte con estos tarados supuestamente adolescentes.
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