Krull
se nota envejecida pero mirada en su momento y contemplada con visión
histórica, creo que se entiende que es una película muy
infravalorada. Siempre me ha extrañado que no se reivindique más.
Su
principal problema, sospecho, es que era un compendio de clichés de
otras historias de fantasía. Pero es que todas se copiaban unas a
otras a la espera de que llegase El señor de los anillos
sin saber que tal película llegaría. Quiero decir que, en cierto
modo, todas se inspiraban en la obra de Tolkien, de modo
parcial, ante la imposibilidad de abarcarla por completo.
Krull
tenía un montón de cosas buenas. Había muchas secuencias rodadas
en escenarios naturales y con planos abiertos. Cuando se trataba de
decorados sorprendía por una puesta en escena surrealista que
recordaba sólidamente a Dalí. Particularmente la prisión de
la princesa era una serie de galerías oníricas que podrían salir
de cualquier cuadro del surrealismo.
Las
peleas eran flojitas, claro. Y en cuanto a los efectos especiales
eran una mezcla extraña porque unos aún se expresaban de modos
torpes pero otros estaban sorprendentemente bien desarrollados.
Anterior
a Willow o La princesa prometida es
posible que tomaran de Krull bastantes elementos.
Cuando
la he vuelto a ver me ha llamado la atención para bien. Ya digo que
se nota vieja pero he disfrutado mucho de su puesta en escena,
decorados e incluso algunos recursos de cámara y juegos visuales muy
sugerentes.
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