Noah
Hawley
hizo una profunda inmersión en Alicia
en el País de las Maravillas
en la serie de Legion.
No me extrañó nada que aterrizáramos casi de inmediato en Peter
Pan,
el joven genio científico, su país de Nunca Jamás, el primer
experimento Wendy y los posteriores Niños Perdidos. Es la
corporación Prodigy.
Y
allí se estrella la nave Maginot de Weyland-Yutani. Un conflicto
entre corporaciones que se agravará por la carga que lleva la nave.
Una carga… biológica.
Me
gustan muchísimas cosas pero el conjunto es algo decepcionante. La
cuestión es que esta serie son tres. Se llama Alien,
pero además es Blade Runner y Parque Jurásico.
Hay monstruos terroríficos del espacio, una reflexión sobre el
transhumanismo y una teoría del caos cuando juegas a ser Dios.
De
ahí que me interesen las abundantes ideas sugerentes. De ahí
también que queden dispersas. Quien mucho abarca poco aprieta,
dicen, y eso pasa en este caso. Hay demasiados conflictos y poca
profundidad.
Boy
Kavalier. Odioso. Qué ganas de que un alien lo reviente en cada
escena, pero qué bien interpretado.
Kirsh.
Maravilloso Timothy Oliphant. Qué perturbador. ¿No te
parece que está inspirado en el Roy Batty de Rutger Hauer en
Blade Runner?
Nave
Maginot. Me gusta ese nombre: la muralla fortificada que el mal
(Alemania en aquel entonces) no debía traspasar y que, por supuesto,
no sirvió de nada.
El
gran problema es que al Alien
protagonista le roba la merienda el pulpojo que se convirtió en el
monstruo más interesante.
Los
Niños Perdidos tienen personalidades muy marcadas que debieron
explorarse mejor. Pero como no tienen tiempo ni presencia en su mayoría…
Buen
diseño de producción.
Ya
he señalado que me gustan especialmente los Alien que
no se limitan a repetir el esquema de la primera. Soy uno de los
pocos que disfrutó Prometheus. Así que sí, la serie
me ha gustado. Pero con los presupuestos que ofrece debió darnos
mucho más.
Y,
de nuevo: que sea una serie no significa que puedas cortar donde te
dé la gana y si te renuevan ya terminas. Las series, como todo,
tienen estructura.
No:
no está bien que Wendy domestique un alien. Los xenomorfos
simbolizan el terror puro, irracional, incontestable, no son colegas
nuestros.
Sí:
falta sangre y vísceras esparcidas por mi sala de estar.
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