Uno
de esos retiros de empresa a los que nadie debería ir. Aquí van 5
hombres y 5 mujeres por separado. Al final del recorrido ha
desaparecido Alice (Anna
Torv).
Pero Alice es, además, sujeto de interés para dos agentes
federales, Falk (Eric
Bana)
y Carmen (Jacqueline
McKenzie).
Me
gustó al inicio. Los interrogatorios nos van mostrando qué sucedió
en ese bosque. Diversos personajes, diversos ángulos, pero siempre
avanzando. El problema es que esa estructura acaba cansando porque no
desemboca en algo fuerte, en un giro, en otro enfoque. La rutina
termina por instalarse en la peli. Le falta un poco de nervio, sangre
en las venas.
Por
otra parte sabemos desde el inicio qué pasa entre Alice y los
federales. Ocultarlo un tiempo habría favorecido el suspense y un
giro para acentuar la tensión. La cosa es que se habla mucho pero la
investigación avanza poco.
Sí
me gustan esos paisajes australianos y el hecho de que esas 5 mujeres
no han oído en su vida la palabra sororidad. Si
se llevan bien es por accidente.
Los
flashback
a la adolescencia de Falk rechinan. Una capa añadida sin mucho
sentido. Y aún hay otra más acerca de un psicópata. Demasiados
anzuelos irrelevantes.
Las
interpretaciones son buenas y tiene cierto interés la reflexión
moral final acerca de la culpabilidad. Bastante sugerente. Es más
fácil refugiarse en la ley.
Años de sequía
fue bastante mejor. La apariencia es similar pero esta historia
resulta más bien convencional. No aburre pero tiene menos alicientes
que un retiro de empresa.
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