El
ficticio país de Astovia tiene un acuerdo petrolero con Estados
Unidos. Un general astoviano no está conforme y secuestra el Air
Force One. Pero en el primer día en el Servicio Secreto está
Allison.
El
nivel de verosimilitud está en la línea de todas las
otras películas del género. Que las puntuaciones suspendan a ésta
y a las otras no, significa que la gente babea con sus actores, con
su mitomanía, pero diría
que incluso es un poco superior en
cuanto a credibilidad.
Hay cosas que tienes que aceptar porque sí, sin que te expliquen cómo
es posible, pero al menos el desarrollo no tiene grandísimos
agujeros. Es bastante cabal.
Luego
está la parte de las peleas. Queda claro que el objetivo de la
película era rodar esas peleas cuerpo a cuerpo. No piden a la
protagonista que haga cosas imposibles, machadas loquísimas. Son
peleas con una coreografía rápida, contundente, sangrienta.
Puñetazos, puñales, martillos… Es obvio que la gran baza de la
peli está
en apostar
por peleas realistas y brutas. Y están bien rodadas. En
los tiroteos flojea porque es
demasiado videojueguil pero, insisto, sin fantasías descabelladas.
Pienso
que sobra el giro final. Me lo estaba imaginando y, precisamente por
eso, creo que no hacía falta. Supongo
que tenían que extenderse hasta la hora y media.
Un
pastiche bastante honrado para
los amantes de la acción y la serie B. Quiero decir que, si haces
una película de serie B, éste es el nivel mínimo
que debes
tener.
Un
dato de esos que no suelo dar: Katherine
McNamara,
la prota, terminó el insti a los 14 años y la uni a los 17. Se la
pagó trabajando de actriz en el tiempo que le “sobraba” de
estudio.
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