30/5/22

Sundown

Bastan 75 minutos para filmar una película muy triste que te deja con los ánimos a ras de suelo.
Hermano, hermana, el hijo y la hija de ella. Son ingleses y están de vacaciones en Acapulco. Llega la noticia de que la abuela ha muerto. A nuestro protagonista, Neil, no le apetece ir al funeral de su madre y finge haber perdido el pasaporte.
Se dedica a no hacer nada. Premio Nobel en pachorra, inane, pasa las horas y los días indolentemente. Un ejemplar de solipsismo abrumador. A veces se acuesta con una chica, más por ver si hay algo que le espabile, pero tampoco pone mucho entusiasmo.
Ocurre entonces una tragedia aún mayor que para cualquier persona resultaría traumática. Él se preocupa por las consecuencias inmediatas pero enseguida sigue a lo suyo.
El final nos ofrece una posible respuesta para ese modo de actuar, pero no exime al personaje de un egoísmo abrumador.
Imagino que se puede entender como una crítica social. El hastío de la civilización occidental, la indiferencia hacia los problemas de los demás, una negación práctica de la vida. La apatía, el desconcierto de la existencia en este mundo. En realidad es como si todos estuviesen a un paso de ese abandono.
Lo sorprendente de la dirección de Michel Franco es que no resulta aburrida, que encuentre un ritmo en la indiferencia, en la dejadez total. Porque alrededor sí ocurren cosas. Tim Roth encarna con eficacia el patetismo de ese hombre. El papel de Charlotte Gainsbourg sabe a poco.
Deprimente. Muy deprimente.

No hay comentarios: